20100102

Llevada por el usufructo de la imaginación, te atisbé; el ser primeramente ajeno que, con el volar de los días, se transmutó en lo más intrínseco de mi existencia. Y pensé: «¿Cuánto tiempo pasará antes de que me tomes de los hombros, te vuelvas con esa mirada infinita que me dobla, y me extirpes las palabras determinantes...?» También me di el lujo de meter la mano en el contenedor de memorias indemnes; me asusté. Tuve miedo en abundancia, mi corazón se azotó contra la caja toráxica, un frío subió por mis pies hasta quedarse aterido en la cabeza por unos instantes, hasta que cubrí mis ojos (como si cubriendo los ojos se encapotara lo que no se quiere percibir) y lloré. Me dolieron los sesos de sólo fisgonear.
Dime, ¿no te hartas de que lo piense tan a menudo? Sé que no debería, pues, cuando camino en las parcelas vacilantes, mis tobillos se tuercen, y no por falta de cartílago, sino debido a que hay todo un suelo henchido de incertidumbre y no sé con certeza cuán largo será el viaje... No es menester dormir y despertar con la cabeza en llamas, sino que es, sin lugar a duda, el tergiversado tiempo fluctuante y mi incredulidad innata lo que me impele a urdir la maraña incognoscible. Perdóname. Lo único que deseo es tenerte muchos días más en mi vida...
Quiero cocinar pollo dijonaisse para ti. Quiero cuidar de ti. Quiero que leas alguna obra de Borges en voz alta mientras me ducho. Quiero compartirte todas y cada una de las mil y un facetas que me fueron asignadas. Quiero disfrutar del hecho de que me consideres una francachela cognitiva a pesar de que mi sesera se trastoque, ocasione que me revuelque de dolores efímeros y que, al poco rato, pase de ser una francachela cognitiva a una catástrofe ilativa. Muero por despertar y escudriñar que al lado mío, debajo de las sabanas, se halla la persona que me acompañará, recién posado el medio día, por los víveres . Quiero que juntos aprendamos del cine estúpido e irreverente. Quiero que viajemos a Húsavik y nos bañemos en Landmannalaugar. Quiero que me prepares café en pocillo aunque tengas que mejorarlo con un poco de café soluble y no me lo digas. Quiero que te gusten mis tejidos y que me permitas hacer una cobija que nos ampare cuando el frío gélido nos amordace y nos haga suplicar calina. Deseo haberte conocido desde siempre. Deseo que ames a Ehlers-Danlos. Quiero deambular por las calles que tantas memorias esconden y sentirme protegida cuando tome tu largo brazo. Quiero ser "la ésta del éste..." Quiero envejecer contigo. Quiero ser tuya, y tuya hasta que mi piel comienze a perder elasticidad y mis senos no sean los mismos... Deseo no requerir requicisiones que como requicito suponen premisas requeridas.
Simples ambiciones.

1 comentario:

Emma dijo...

Ehlers-Danlos tendrá que aprender a respirar los mismos aires de la vida que tú y yo. Amo a la Ambiciosa, sólo que no suspire, ya sabe lo que dicen los humanos acerca de.
Despiertas y ves que las flores están en el campo, mentengámoslas vivas, verás que sus colores pintarán los nuestros hasta el día último. Todo es eterno mientras dura, nada es perfecto a la vista de nadie, todo es perfecto a la vista de alguien, el amor es eterno mientras dura y es perfecto a la vista de alguien.