20100511

Al galope, Micifuz...

¡Saltan por la ventana! Azaran con sus maullidos estridentes, con sus lenguas acres capaces de desollar una piel sutil.
Ahora el gato se halla galopando sobre mi espalda...
-Mirriau mirriau...-lo escucho bien- ...mirriau mirriau.

Abro los ojos; no lo veo, pero sé muy bien que está ahí, acechándome con sus ojos de vírgula translúcida. No puedo hacer gran cosa, mi cuerpo está inmóvil; ha caído en el embeleso pérfido de sus plañidos felinos. Sobre mis mejillas corren dos regatos de agua con sal. La exasperación es agobiante y mi cuerpo vibra al son de los vehementes galopes del animal. Espero a que mi euforia se sosiegue...

Muevo algo... ¡Sí! Un dedo del pie izquierdo se yergue. Mis ojos impávidos buscan a la alimaña; los muevo en todas direcciones hasta donde el ángulo de visión me lo permite. Cierro los ojos. Puedo verlo paseándose por mi cama con gran alborozo. Intento movilizarme una vez más y... ¡Bingo! Ahora que consigo mover mi mano derecha suelto un manotazo; logro golpear el aire espeso de la noche más tibia... He regresado al sueño mundano.

Aletargada me dirijo a la cocina, sirvo un vaso con agua y, atisbando con precisión, me aseguro de no haber tomado una más del blister.

1 comentario:

Luix Ziller dijo...

About Drugs...